El verdadero final de los Beatles (le duela a quien le duela), Golden Slumbers / Carry That Weight / The End:
- Francisco Moreno Rodríguez
- 4 sept
- 3 Min. de lectura
A ver mis queridos 22 lectores hoy si ando de malas, y es que escuche una serie de tiktoks diciendo que los Beatles no son la gran cosa y en especifico el disco Abbey Road, asi que , seamos claros: si piensas en Abbey Road solo para decir “¡ah, la portada con el cruce de cebra!”, mejor vete a escuchar reguetón o los cantos de tu tia panista y déjame hablar con la gente que de verdad respeta la música. (si tu, ese de la camisa roja y el arete en la nariz), y cada vez que me molesta algo con respecto a opiniones musicales siento que Jaco habla a través de mi.
Escucha con claridad y abre la mente porque lo que pasa en los últimos minutos del disco no es solo una canción, es una puta despedida épica disfrazada de suite. Tres temas pegados: Golden Slumbers, Carry That Weight y The End. Juntos son como un abrazo, un madrazo y un epitafio.
Para empezar Golden Slumbers
Dice la leyenda que Paul encontró una canción de cuna del siglo XVII y en lugar de arrullar bebés, nos arrulló a todos con una voz desgarrada, casi llorando. “Once there was a way to get back homeward…”Traducción libre: “hubo un tiempo en que podías volver a casa, pero ya no”.Sí, duele. Sí, es nostalgia pura. Y sí, es imposible no pensar que estaba hablando de la banda que se desmoronaba.
Despues se pega a Carry That Weight
Aquí cantan todos, como si se hubieran obligado a estar juntos una última vez. Y lo que sueltan no es un canto de unión, es una condena:“You’re gonna carry that weight a long time.” La carga de ser un Beatle, de ser un genio, de haber cambiado la música para siempre, de haber sido la inspiracion de toda una generación que aun despues de 60 años no olvida las canciones y aun las admira. No hay cura. La llevas encima hasta que te mueres y punto, y solo hay 4 cabrones lo hicieron y 2 aun cargan con ese peso llenan do estadios.
Irónicamente luego cierra con The End
Ringo, el tipo que siempre decían que era “el menos virtuoso”, se saca de la manga el único solo de batería de toda la historia Beatle. Tarde, sí. Pero llegó. Y no hay nada que criticar: es simple, sólido y absolutamente perfecto para lo que sigue.

Después viene lo épico: Paul, George y John se lanzan a un duelo de guitarras. Sí, leíste bien: Paul colgó el bajo un rato y agarró su Epiphone Casino para rifarse como guitarrista. El orden es casi como un ritual: primero Paul con frases brillantes y melódicas, John con su estilo sucio y crudo, George respondiendo limpio y elegante y así, vuelta tras vuelta, como un duelo del Viejo Oeste, cada quien disparando su identidad en notas eléctricas.
Y cuando ya no queda nada más que decir, sueltan la frase que debería estar tallada en la lápida de medio planeta:“And in the end, the love you take is equal to the love you make.” Un epitafio que, dicho en español, suena cursi… pero que en el contexto Beatle es el punto final perfecto. Caso cerrado.
¿Qué tiene de especial todo esto?
Cuando salió, más de uno se quedó con cara de WTF. Querían otro hit fácil, pero lo que les dieron fue un final complejo, emocional y poderoso. Hoy lo escuchas y entiendes que era el adiós no dicho. El momento en que los Beatles, aún odiándose, sacaron un último acto de grandeza.
Si no te mueve algo por dentro, si no sientes que esta suite es el verdadero final de una de las bandas más grandes de la historia… entonces compa, lo siento: no sabes escuchar y sentir la música.
Podras decirme que es un gusto heredado, y si tienes toda la razón, el placer de escuchar y apreciar la música, así como el gusto de hacer y crearla si es un gusto heredado y a mucho orgullo, y este disco debe haber sido un gran regalo de cumpleaños para mi padre ya que salio el 26 de septiembre de 1969.








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