Los Registros Akáshicos: ¿Verdad cósmica o mito espiritual?
- Francisco Moreno Rodríguez
- 3 jul
- 3 Min. de lectura
¿Qué son los Registros Akáshicos?
Los llamados Registros Akáshicos se presentan como una suerte de "archivo universal" donde estaría guardada toda la información del alma, del universo y de la existencia misma. Desde lo que ya fue hasta lo que aún no sucede. Según quienes los practican o leen, acceder a estos registros permite obtener sabiduría espiritual, sanar bloqueos y comprender la verdadera esencia de uno mismo. ( Algo asi como la enciclopedia galactica de Asimov)
Etimología y raíces antiguas
La palabra Akáshico proviene del sánscrito Akasha, que significa “éter” o “espacio sutil”. En la cosmovisión védica, el akasha era el elemento más fundamental: la matriz invisible de la que emergen todos los demás (tierra, agua, fuego y aire). Esta idea fue más adelante adoptada por movimientos esotéricos occidentales, que reinterpretaron el concepto como un campo de información universal.
Del misticismo a la Nueva Era
El concepto se popularizó en Occidente a finales del siglo XIX, especialmente a través de la Sociedad Teosófica y figuras como Helena Blavatsky, Rudolf Steiner y Edgar Cayce. Cada uno, a su manera, afirmó haber tenido acceso a estos registros a través de estados alterados de conciencia. Desde entonces, el término ha sido retomado por corrientes de la Nueva Era, terapeutas holísticos y movimientos espirituales alternativos.
¿Y la ciencia qué dice?
Desde una perspectiva científica, los Registros Akáshicos no tienen sustento empírico verificable. No hay pruebas de que exista un campo que almacene toda la información del universo y que pueda ser accedido mentalmente. Se han hecho intentos de vincular esta idea con conceptos cuánticos como el campo de punto cero o los campos morfogenéticos de Rupert Sheldrake, pero ninguna de estas teorías está aceptada dentro del consenso científico.
Además, el uso de términos científicos como "frecuencia", "cuántico" o "vibración" suele ser más metafórico que preciso, y muchas veces es criticado por científicos como un mal uso del lenguaje técnico para dar apariencia de validez.
Visión escéptica: ¿Una gran mentira?
Desde el pensamiento escéptico, los registros akáshicos son una construcción espiritual sin fundamento objetivo. Se comparan con otras prácticas como la astrología o la canalización, en donde el efecto Forer (frases generales que parecen personales) y el deseo de respuestas profundas llevan a interpretaciones subjetivas.
También se señala que muchas prácticas asociadas a los Registros se han convertido en negocios: cursos, certificaciones, lecturas pagadas. Esto ha generado críticas sobre si realmente se trata de una búsqueda espiritual o una industria basada en creencias no comprobables.
Pero… ¿y si existieran?
Si los Registros Akáshicos existieran realmente como una base de datos de toda la información del universo, acceder a ellos sería equivalente a alcanzar el conocimiento absoluto. Sería conocer cada hecho histórico con precisión, cada emoción humana, cada posibilidad futura. Quien pudiera acceder plenamente a esos registros sería, en la práctica, un ser omnisciente, quizás indistinguible de una deidad.
Pero esto se enfrenta a varios obstáculos lógicos y científicos:
No hay evidencia de que el universo “guarde” esa información en un campo accesible.
La física cuántica apunta a un universo con comportamiento probabilístico, no determinista.
No hay ningún mecanismo neurológico conocido que permita acceder a un “archivo universal” más allá de la memoria individual.
Reflexión final: ¿Mito, símbolo, herramienta o simplemente una mamada?
Tal vez los Registros Akáshicos no existan literalmente como una red de datos cósmica, pero eso no significa que no tengan valor simbólico. Representan el anhelo humano de comprenderlo todo, de sanar, de encontrar propósito. En un mundo donde lo racional convive con lo espiritual, conceptos como este nos invitan a dialogar entre ciencia y mito, entre lo que podemos demostrar… y lo que nos impulsa a soñar.
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